VUELTA A LOS ENSAYOS

A veces la vuelta a la rutina cuesta, incluso cuando se trata de retomar alguna afición o “hobby”, máxime tratándose de una afición tan sacrificada y que requiere tanto esfuerzo como la nuestra, la música procesional.

Personalmente el que les escribe, ha necesitado tomarse unos días de casi desconexión total, y miren que eso es difícil, pero comprendo que a veces se hace, ya no necesario, sino imprescindible. Y se hace necesario tanto para el bien personal como el colectivo. Necesario por descansar, necesario para tomar aire fresco, en definitiva, necesario para que la vuelta sea provechosa, útil, y al mismo tiempo sea tu propio cuerpo quien te pida esa vuelta a los ensayos.

Este año afrontamos nuestra decimoctava Semana Santa, y nuestro objetivo principal será seguir trabajando y enriqueciendo tanto nuestro patrimonio musical como humano. Porque con el paso del tiempo, uno se da cuenta que en el fondo lo que queda y perdura son las emociones. Pasan montones de marchas por nuestros atriles, montones de músicos por nuestros ensayos, y al final el tiempo sólo te permite quedarte con aquello que de verdad hemos grabado a fuego en nuestros corazones, y que hace que se haga un hueco en nuestra memoria. Por esto es importante trabajar el patrimonio musical y el humano, ya que en una banda son los ejes sobre los que gira todo lo demás; grandes personas y buena música te dejarán grandes amistades y momentos irrepetibles de emoción, de risas; de salidas repletas de felicidad, de entradas sobrecogidos por la música; de comidas y excursiones con los compañeros, etc...

Por tanto, se hace imprescindible el respeto por ambas cosas, por la música y por las personas; por la música, porque se hace y se interpreta para Dios y María; y por las personas, porque sin respeto y compañerismo, todo lo demás se tambalea.

Es hora de poner la maquinaria en marcha, de sacar nuestros instrumentos de sus estuches y de afinar nuestros oídos, porque Afligidos, vuelve a caminar un año más...


El Director.