Vimos
la Cuaresma alejarse, y la Semana Santa se nos fue como el agua entre
los dedos; viviendo ahora el tiempo pascual tras la Resurrección de
Nuestro Señor, es hora de hacer reflexión y valorar nuestro
trabajo en Semana Santa. La valoración es totalmente positiva,
estamos convencidos de que nuestra agrupación ha desempeñado un
trabajo espléndido con todas y cada una de las hermandades a las que
hemos acompañado, llegando a superar en alguna ocasión, las
expectativas que las mismas tenían de nosotros. Esperamos no haber
defraudado a ninguna.
No
ha sido fácil cumplir con creces con todas ellas, desde que
empezáramos como cada año en la madrugada del Domingo de Ramos en
Puente Genil con el Señor de las Penas, hasta finalizar el Domingo
de Resurrección con “el Resucitado” de Puente Genil, han sido un
total de ocho actuaciones, realizando doble actuación el Viernes
Santo, realizando tres actuaciones en prácticamente 24 horas,
soportando altas temperaturas en muchos días, el cansancio que se va
acumulando en el cuerpo, la falta de sueño, llegando tras las
actuaciones en plena madrugada y volviendo a montarnos en el bus a
primera hora de la tarde, algunos repertorios duros y contratiempos
inesperados, como labios rotos en plena semana, dolores de cabeza y
mareos y compañeros trabajando. Todo esto no ha sido un impedimento
que mermase la eficacia, afinación, sentimiento y forma de
interpretar y transmitir la música que caracteriza a nuestra
formación. Nuestros miembros se han ante-puesto a todas estas
complicaciones y una vez más se han superado, demostrando un nivel
musical altísimo que quizás no muchas bandas serían capaces de
defender con cincuenta músicos. Tanto la junta de la agrupación
como el resto de componentes, están satisfechos con el trabajo
realizado. Prueba de ello es, que apenas dos días después de la
finalización de la Semana Santa, varias hermandades ya se
interesaron en preguntar por nuestros servicios.
Todo
tiene una explicación, y no es otra que el duro trabajo que la
formación realiza durante todo el año en sus ensayos, acometiendo
infinidad de ensayos por cuerdas para el montaje de nuevas marchas o
nuevas versiones de estas, infinidad de ensayos generales para
corregir y tener en cuenta el más mínimo detalle en nuestras
interpretaciones. El resultado es gracias a la dirección musical, a
cargo de Antonio Moreno Pozo y Jesús David Fernández Gil, gracias
al trabajo que se realiza en nuestra escuela de música, enseñando
solfeo a todo aquel que lo desee y creando buenos músicos, pero
sobre todo, el grandioso resultado final es gracias a todos nuestros
componentes, por su compromiso, su sacrificio y su entrega a la
formación, dando en cada nota un trocito de sus corazones y
queriendo en cada actuación, llevar a lo más alto el orgullo de
“sentirse afligido”.
No
obstante, “Afligidos” siempre quiere superarse y evolucionar, ir
un poquito más allá, por eso, ya estamos trabajando en nuevos
proyectos e ideas, que seguro nos ayudarán a mejorar.
Desde
aquí, queremos por supuesto, dar las gracias a todas las hermandades
que hemos acompañado, por depositar en nosotros el privilegio y la
gran responsabilidad de acompañar con nuestra música a sus Sagrados
Titulares.
En
definitiva, la valoración es de haber terminado una Semana Santa
más, con la sensación del trabajo bien hecho y la recogida de su
fruto.
Francisco
José Pino Carnerero.